Carlos Fernández del Ganso

 Médico Psicoanalista del Grupo Cero


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NADIE ME LO PIDIÓ

Abandonada como una rama tronchada en el árbol

del futuro, desciende los márgenes del rio una sombra

sin labios. Y juega en los mínimos saltos del agua, allí

donde la piel y la tela del trabajo son el único salvavidas

en su destino de presa para los colmillos del castor.

Nadie me lo pidió,

me tiré al agua para estudiar su cuerpo

y resultó vara de avellano que la tormenta del verano

arrancó entre sombras a la noche con melodía furtiva.

Nadie me lo pidió. Digo y miento.

No quise salvar mi reputación de afortunado en el juego,

ni bucear en las ciénagas del no puedo.

En el barrio, rápido se aprende la jerga del regateo:

al descuido, un céntimo por alma, te vendo al peso o

tu mirada envuelvo en papel de caramelo si me sonríes;

de la cintura puedo declamar versos tenebrosos

esta noche y si detienes el tiempo de mi boca

en tus pechos,

salto la banca por un ramo de diecisiete rosas rojas

arrancadas al tapete.

La herida busca el aire antes de consagrarse espina

del tallo caída. Declina y memoriza los verbos

sin embargo ninguno deja el sabor de los besos,

ese punto y aparte que cada noche sueña y olvida,

sobre tu cuello.

Nadie me lo pidió.

Ahora tres mujeres se cruzan en el puente de la vida

tres sombras de amor conversan apoyadas sobre la pared

su delirio de pan y peces en libertad

para los pájaros del secreto final.

Firmes los músculos en la partida,

juego con las cartas marcadas.

Nadie me lo pidió

esta vez el caballo relincha vencedor en el establo.

Del Poemario “LA MÁQUINA DEL TIEMPO”

de Carlos Fernández del Ganso

Traducción: Esther Núñez Roma

NOBODY ASKED ME

Abandoned like a broken branch in the tree

of the future, a shadow descends the river banks

no lips. And it plays in the tiny jumps of the water, there

where skin and cloth of work are the only lifeline

in its destiny of prey for the fangs of the beaver.

Nobody asked me,

I jumped into the water to study her body

and it turned out to be a hazelnut cane that the summer storm

pulled up among shadows to the night with a furtive melody.

Nobody asked me. I say and lie.

I didn't want to save my reputation as lucky in the game,

nor dive in the swamps of I can't.

In the neighbourhood, you quickly learn the bargaining lingo:

carelessly, a penny per soul, I sell you by weight or

I wrap your gaze in candy paper if you smile at me;

from the waist I can declaim dark verses

tonight and if you stop the time of my mouth

in your breasts,

I jump the bench for a bouquet of seventeen red roses

ripped from the tablecloth.

The wound seeks air before to consecrate itself thorn

of the stem fallen . It draws to an end and memorizes the verbs

however none leaves the taste of kisses,

that point and aside that every night dreams and forgets,

on your neck.

Nobody asked me.

Now three women cross on the bridge of life

three shadows of love converse leaning on the wall

their delirium of bread and fish in freedom

for the birds of the final secret.

Firm your muscles in the game,

I play with the marked cards.

Nobody asked me

this time the horse neighs victorious in the stable.

From de Poemary "THE TIME MACHINE"

by Carlos Fernández del Ganso

Translation: Esther Núñez Roma

Publicado en Blog

Dr. Carlos Fernández del Ganso

 Médico Psicoanalista del Grupo Cero

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