Psicoanálisis Individual y Grupal
A veces “sentimos culpa”, nos sentimos mal con nosotros mismos y no hay motivos racionales y conscientes para ello; sin embargo lo vivenciamos como real, cómo si hubiésemos cometido algún delito del que nada recordamos.
Hay una memoria que nunca olvida y es inconsciente, así como inconsciente es el sentimiento de culpa que pide sanción para ser calmado.
Todo en el humano se construye, nada es absoluto, ni perfecto, ni completo. Lo original está siempre en un texto. Es decir todo, por humano, es precedido por el lenguaje, tocado por la palabra, todo es finito y los límites permiten que se despliegue la humanidad posible que cada humano sea capaz de producir con su trabajo.
El hombre es escritura y tiempo. Las diferentes dimensiones del amor y del odio, están escritas en algún libro. Nuestras acciones y pensamientos no son exclusivos de ningún “Yo”. Siempre hay una teoría que da cuenta del proceder humano, de sus pensamientos y de sus acciones. Así como hay una teoría que da cuenta de la economía política o de las leyes de la escritura. Y aunque se desconozcan dichos conceptos, aunque no se hayan leído esos libros; la teoría científica explica los mecanismos de toda acción, y desde ahí podemos dar cuenta de qué ideología, anida en cada humano.
El miedo es constitutivo, es un límite de lo humano. Los “miedos” sin embargo hablan de un conflicto anímico en la aceptación de las carencias, que por nacer de humanos, señalan que el semejante no me pertenece, que al otro nunca se le puede “tener”, ni se puede “ser” lo que le complete. Nacemos de padre y madre, nacemos carentes y somos deudores de una muerte segura.
Una de las maneras de resolver este conflicto son las fobias, que hace siglos fueron pensadas como degeneración mental o alteraciones en la función del sistema nervioso. Posteriormente con el descubrimiento del mecanismo psíquico y la etiología de esta afección clínica que denominamos fobia, se posibilita un tratamiento eficaz de la fobia y de la angustia concomitante que siempre le acompaña. Hoy sabemos los especialistas que no existe degeneración mental y forman parte de la neurosis.
Hay dos grandes grupos de fobias que se diferencian por el objeto de la angustia: a) las comunes, miedos exagerado a cosas a lo que todo el mundo teme algo, como la noche, la muerte, las serpientes…) las fobias ocasionales en las que emerge una angustia en circunstancias especiales que no inspiran temor al hombre sano, así la agorafobia y las demás fobias de locomoción. En este segundo caso el paciente evita cuidadosamente las situaciones en las que surge el estado afectivo de la angustia.