Los cromosomas replicados contienen dos cadenas idénticas de ADN que se mantienen juntas hasta que son separadas hacia el final de la mitosis (en la anafase).
Durante la replicación pueden ocurrir errores, de os cuales resultan cambios en la secuencia de los nucleótidos de los cromosomas. Si estos cambios ocurren dentro de los genes, se puede alterar la función de la célula. Las células humanas han desarrollado varios mecanismos para corregir los errores de este tipo, pero no son perfectos. Estos errores, lapsus, pueden ocurrir durante la replicación del ADN, lo que lleva a la generación de células con genes mutados. Y la acumulación de las mutaciones puede llevar al desarrollo de cáncer.
Las células cancerosas se encuentran a menudo en división rápida, esta fase del ciclo celular es el punto de actuación de los agentes quimioterápicos.
Pero es diferente hablar de medicamentos (fármacos) que hacerlo de medicación que incluye lo psíquico. Es diferente tratar lo visible que escuchar lo latente.
Por ejemplo: hay tres grupos de genes de gran relevancia en los procesos cancerosos: A) los Oncogenes, cuya activación anormal o excesiva en la célula puede conducir a la transformación cancerosa. B) los genes Supresores del cáncer cuya expresión normal inhibe el desarrollo del genotipo canceroso y C) por último los genes llamados Moduladores, que determinan propiedades tales como la invasividad, la metastatización o la capacidad de generar una respuesta inmune.
Pero los investigadores de la ingeniería genética se preguntan ¿cómo es que oncogenes “civilizados” se convierten en “enemigos internos”?
Despleguemos la pregunta para plantear otras cuestiones. El sistema inmune lucha contra la enfermedad, contra el cáncer, en formas diversas. Por ejemplo: el sistema inmune puede reconocer la diferencia entre las células sanas y las células cancerosas en el organismo, trabajando para eliminar las células cancerosas, a través de complejos mecanismos, muy estudiados, en los que intervienen diferentes sustancias. Pero el sistema inmune no siempre reconoce las células cancerosas como “foráneas” y además el cáncer se puede iniciar cuando el sistema inmune no funciona adecuadamente por algunas enfermedades, toma de fármacos, trasplante de órganos… Entonces en el cáncer no se puede pensar solamente en la proliferación excesiva de células creciendo alocadamente además, a la vez, existe una disminución o alteración del funcionamiento del sistema inmunitario. Así como no se puede pensar solo el Principio de Placer sin el Principio de Realidad o Eros sin Tánatos. Y la libido necesaria para la replicación del ADN no es diferente de la libido necesaria para la producción de linfocitos T y B del sistema inmune o la libido necesaria para odiar o escribir un poema.
Continuará….
Dr. Carlos Fernández del Ganso