Y se pueden atribuir diferentes paternidades a la frase: “El fútbol es un estado de ánimo”. Valgan estos testimonios para rescatar la importancia que entraña para nuestras relaciones particulares, tanto con las personas como con las cosas, el punto de partida.
Comienza para ustedes una formación tan necesaria como interminable y entre las materias que en la RFEF se imparten para los Directores Deportivos se encuentra FÚTBOL Y PSICOANÁLISIS, efecto de un trabajo realizado.
Hablar por primera vez a jugadores, técnicos, directivos y otros profesionales del fútbol sobre conceptos generales de la personalidad (desde la “gestión” de la misma) y de los afectos (en su aspecto de “variable”) sin que se postule la formación continuada de los propios dirigentes en estos temas es pretender impartir alguna fórmula mágica; sin embargo, algún concepto pueden llevarse para su trabajo cotidiano: los futbolistas tienen deseo inconsciente. Los dirigentes, los técnicos, los federativos y todos ustedes también. Nos diferenciamos unos de otros en cómo renunciamos a esos deseos, es decir, qué hacemos con las distintas formaciones del inconsciente: el sueño, el síntoma, los afectos, los lapsus, las repeticiones, la mala suerte, los olvidos, los fracasos, los éxitos, el miedo a triunfar, las equivocaciones y un largo elenco de efectos que se manifiestan permanentemente en la vida cotidiana de nuestro trabajo deportivo.
Dando por sentado que el auditorio al que se dirige la ponencia, representa una amplia y exquisita formación en el mundo del fútbol, entonces hablar de Psicoanálisis y Fútbol ¿Para qué? Nada ni nadie es ajeno a los temas que hoy trataremos y, lejos de todo dogmatismo, podemos afirmar que en todo comienzo se padece de una ignorancia docta, necesaria para aprehender lo nuevo, sin compararlo con lo ya conocido, ya que cuando comparamos, casi siempre gana lo malo por conocido ante lo bueno por conocer. Y ¿por qué? porque lo desconocido genera incertidumbre y cierta cuota de angustia que se puede aprender a tolerar para adquirir un saber como director deportivo.
Ejemplo práctico y apuesto sobre seguro: todos los presentes en la sala: ¡sueñan!
Todos los presentes en la sala proceden de seres sexuados (padre y madre) es decir, en algún momento de sus vidas fueron ayudados, por otros humanos, para crecer, no les dejaron morir y prueba de ello es que hoy estamos aquí.
Antes de nacer cualquiera de ustedes ya existía mundo, fútbol, amor, traiciones y…después de nosotros, seguirán naciendo otros hombres y mujeres.
Nacer, como humano, se nace sólo la segunda vez, la primera se cae por el canal del parto y la segunda por el canal del lenguaje. Por ello todos “tenemos” necesidades semejantes por pertenecer a la misma especie y a la vez “somos” diferentes por sujeto hablante y deseante. Semejantes y diferentes, esa singularidad nos acompaña en cada acto, en todos los partidos, en cada beso y en todo final.
Todos los presentes en la sala, como semejantes, deseamos las mismas cosas y simultáneamente, como diferentes a su vez renunciamos, postergamos, trabajamos, nos implicamos o fantaseamos de manera singular.
Del libro Fútbol y Psicoanálisis
Edit. Grupo Cero