A MIGUEL ÓSCAR MENASSA
En su 76 cumpleaños
Cuando con 28 años te conocí en Madrid
la enfermedad sólo con principios activos se combatía,
la cultura y el arte eran exóticos paisajes lejanos,
el saber los ostentaba como propiedad el poder privilegiado,
amar lo que no fuera familiar no sabía y ahora puedo decir
que los prejuicios morales eran la verdad que me sostenía.
Cuando en la Escuela te escuché impartir el concepto
de Ruptura descubrí un joven en mí que no sabía escribir,
leer en voz alta poesía era una utopía y
cuando pregunté se produjo lo inconsciente como primicia.
Esa poética escucha pedí llevar a la universidad,
entonces me enviaste a estudiar la estética del deseo y,
cuando trabajo pedí me recordaste que el rey me autorizó
para ejercer medicina y estando en formación
podía tratamiento dispensar como psicoanalista.
Se acortaron los tiempos de producción y con la primera
interpretación crucé el océano, a tu lado, como doctor.
Erré lo suficiente, fui díscolo y delfín, me caí y levanté
y perseverando sigo a la distancia precisa del discípulo.
A tu lado aprendí las matemáticas de la calle, las cifras
de la vida, el talento del dinero, la presencia de la voz,
la templanza de la mirada al dejar crecer lo nacido y
el arrojo de la sonrisa frente al dolor de la sabiduría.
Tres décadas después, del pensamiento concreto
soy testigo rentable: jugué a reventar la banca del goce
lo aposté casi todo y perdí casi nada a tu lado.
Gracias maestro por escribir:
“Si es posible el poema, es posible la vida”.
Del poemario “La máquina del tiempo”
Carlos Fernández del Ganso
Traducción: Esther Núñez Roma
TO MIGUEL OSCAR MENASSA
On his 76th birthday
When with 28 years I meet you in Madrid
the disease only with active principles was fought,
culture and art were exotic distant landscapes,
knowledge was held as property the privileged power,
to love what was unfamiliar, I did not know, and now I can say
that moral prejudices were the truth that sustained me.
When at School I heard you teach the concept
of Rupture I discovered a young man in me
who did not know how to write,
reading poetry aloud was a utopia and
when I asked, the unconscious was produced as a first notice.
That poetic listening I asked to take to the university,
then you sent me to study the aesthetics of desire and,
When I asked for a job, you reminded me that the king authorized me
to practice medicine and being in training
I could dispense treatment as a psychoanalyst.
Production times were shortened and with the first
interpretation I crossed the ocean, by your side, as a doctor.
I was wrong enough, I was wayward and dolphin, I fell and got up
and persevering I continue at the precise distance from the disciple.
By your side I learned the mathematics of the street, the figures
of life, the talent of money, the presence of the voice,
the temperance of the gaze when letting the born grow and
the courage of the smile in the face of the pain of wisdom.
Three decades later, concrete thinking
I am a profitable witness: I played to burst the bank of enjoyment
I bet almost everything and lost almost nothing at your side.
Thank you teacher for writing:
"If the poem is possible, life is possible."
From de Poemary "THE TIME MACHINE"
by Carlos Fernández del Ganso
Translation: Esther Núñez Roma
PRIMER SUEÑO
Carlos Fernández del Ganso